
Bruce Weber fue invitado por Pepe Jeans, a realizar la mayor campaña fotográfica que se había conocido hasta este tiempo con una desconocida, que pronto llegaría a ser super-modelo: Bridget Hall. Entre las muchas campañas realizadas por Weber, aparecían Donovan Leitch y Ione Skye y probablemente la más memorable de todas, Jason Priestly.
A esto, pronto le siguieron anuncios de cine y televisión en los que se mostraban los gustos de Leigh Bowery y las canciones de los Smiths. Muchos comerciales fueron censurados por ser demasiado atrevidos para los años ochenta.
A esto, pronto le siguieron anuncios de cine y televisión en los que se mostraban los gustos de Leigh Bowery y las canciones de los Smiths. Muchos comerciales fueron censurados por ser demasiado atrevidos para los años ochenta.